¿Os sobró hoy un montón de pan?. Pues nada de preocupaciones; vamos a aprovecharlo para preparar una cena que gusta a tod@s.
A pesar de ser algo dulce, yo no lo preparo como postre sino como un plato. Es típicamente gallego y admite cantidad de variantes: frías, templadas, calientes, con canela, con limón... Ya sabéis: la imaginación al poder.
Necesitamos:
1 litro de leche
El pan que nos haya sobrado
3 huevos
Azúcar
Mantequilla
Reservamos.
Seguidamente picamos o rallamos el pan. También según usemos éste, el sabor será diferente.
Utilicé todo el pan, miga y corteza, y no es preciso que se pique demasiado. Usando solamente la miga, os saldrán más suaves y jugosas.
A continuación batimos los huevos e incorporamos el pan hasta obtener una masa, al estilo de las croquetas, que podamos modelar con la ayuda de dos cucharas. Es preferible que no quede demasiado espeso para que queden bien esponjosas.

Vamos echando las chulas en la leche que teníamos reservada y dejamos reposar un rato para que se empapen bien.
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