Es curioso, hay un montón de gente que juzga este plato (y no precisamente bien) sólo por el color. ¡Qué pena!, no saben lo que se pierden... En mi casa nos chupamos los dedos...
Vamos a ello...
2 kilos de calamares (a mí me gusta comprarlos bastante grandes porque los troceo)
2 bolsitas de tinta
1 pimiento italiano
1 cebolla mediana
1 tomate bien maduro
3 rodajas de pan (que puede ser del día anterior)
3 dientes de ajo pelados
Aceite de oliva. Sal
En primer lugar calentamos un poco de aceite en un recipiente donde doramos el pan junto con los dientes de ajo. Aparamos a un mortero.
En ese mismo aceite incorporamos los calamares, tapamos el recipiente y dejamos hacer como diez minutos aproximadamente.
A continuación añadimos las verduras bien picadas, removemos, salamos y dejamos cocinar al menos media hora.
Mientras tanto preparamos el picadillo de pan y ajo. Majamos ambos en el mortero e incorporamos la tinta de las dos bolsitas. Añadimos un par de cucharadas del agua de la cocción de los calamares y mezclamos bien. Esto nos servirá para darle un sabor peculiar y además ayudará a espesar un poco la salsa sin necesidad de utilizar harina.
Acabamos agregando el majado a los calamares, removemos y hacemos cinco minutos más. Haremos un arroz blanco y, con ayuda de una taza, daremos forma al mismo que nos vale como guarnición a nuestros riquísimos calamares. Buen provecho!!!!
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